PARÍS

¡Hola a todos!

Hoy os traigo una pequeña guía de 5 días en la ciudad de la luz y del amor. Espero que os guste y que os motive a ir.

DÍA 1: “Oh là là! Bienvenue en France!”

Vuelo Madrid – París con Iberia.

París tiene tres aeropuertos por lo que hay una gran variedad de transportes desde cada aeropuerto al centro de la ciudad. Para ello lo más recomendable es visitar la página www.paris.es ; es una página muy completa para saber cómo llegar, qué ver, horarios y precios.

En este caso fuimos a París mis padres, mi hermano y yo. Del 10 al 14 de agosto de 2013 por lo que solo es una guía orientativa sobre la ruta que nosotros hicimos y lo que vimos esos días.

Por la ropa que llevamos podéis ver la temperatura que hacía más o menos en el mes de agosto.

Llegamos de noche. En primer lugar nos alojamos en el Aparthotel Citadines y luego fuimos a cenar un croque - monsieur delante de la Torre Eiffel. Un momento único sin duda.

DÍA 2:  “J´entends ta voix dans tous les bruits du monde“

Metro (sale más rentable comprar abonos de 10 viajes) hasta la basílica del Sagrado Corazón “Sacré Coeur” (Anvers, línea 2; Abbesses, línea 12). No visitamos la cripta ni subimos a la cúpula puesto que antes de ir vimos que no era demasiado relevante. 

Se encuentra en lo alto de Montmartre, una colina de 130 metros de altura desde donde se contemplan unas vistas maravillosas de París.

Mientras bajábamos dirección Moulin Rouge nos encontramos con la cafetería (Café Les Deux Molins) en la que está ambientada la película de Amélie por lo que hicimos un pequeño descanso y nos tomamos un café en ella.

Al pie de Montmartre, en el barrio rojo estaba el Moulin Rouge. Nosotros solo lo vimos por fuera pero en él se realizan espectáculos.

La Ópera Garnier (Ópera, líneas 3, 7 y 8) es un imponente edificio neobarroco que, junto con la Ópera de la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de París. Se trata del lugar que inspiró la conocida obra "El Fantasma de la Ópera".

Para mi es una de las visitas más bonitas y volvería a entrar porque en el interior se siente una especie de regresión al pasado donde se puede apreciar el lujo que rodeaba a los que acudían a la ópera.

Seguimos andando y antes de comer visitamos La Madeleine (Madeleine, líneas 8, 12 y 14) Su exterior es espectacular y la entrada es gratuita.

Entre la plaza de la Concordia y el Arco de Triunfo se encuentra la avenida de los Campos Elíseos donde paramos a comer. En esa calle hay una tienda de Swarovski donde hay una escalera completa de cristales curiosa de ver.

Visitamos el Arco de Triunfo pero no subimos. Sin embargo son unas de las mejores vistas de París junto a la Torre Eiffel.

Por la tarde hicimos un crucero por el río Sena desde la Torre Eiffel donde íbamos viendo los edificios emblemáticos que íbamos dejando atrás y los puentes con sus respectivas historias.

Finalmente acabamos el día en el Trocadero donde se encuentra la Torre Eiffel. Descansamos mientras la veíamos iluminada por la noche. Merece la pena verla tanto de día como de noche.

DÍA 3: “Respirer Paris, cela conserve l'âme”

Empezamos el día tomando el metro dirección Trocadero (Trocadero, líneas 6 y 9) para ver la Torre Eiffel (¡otra vez! Pero es que nos encantaba…).

Desde allí nos dirigimos andando a Los Inválidos (Invalides, líneas 8 y 13), uno de los monumentos más importantes de París donde se encuentra la sepultura de Napoleón. Dentro se puede visitar también el Museo del Ejército.

Posteriormente tomamos dirección el Panteón (situado en el barrio latino muy cerca de los jardines de Luxemburgo). El metro es Cardinal Lemoine, línea 10.

El Panteón podría dividirse en dos partes: el interior y la cripta. Ésta última contiene tumbas de personajes importantes como Voltaire, Rousseau, Victor Hugo, Marie Curie, Louis Braille, Jean Monnet o Alejandro Dumas.

Personalmente es un lugar que merece la pena visitar.

Comimos en un restaurante de estilo americano que con el hambre que teníamos ya (eran las 4 más o menos) nos supo a gloria.

Desde allí nos dirigimos al Museo del Louvre (Palais-Royal - Musée du Louvre, líneas 1 y 7). Nosotros no lo visitamos por dentro pero para los amantes del arte es sin duda una de sus visitas obligadas ya que contiene una infinidad de obras de arte de especial relevancia.

Nuestra última visita ese día fue la Catedral de Notre Dame, una de las catedrales góticas más antiguas del mundo. En ella se han celebrado grandes acontecimientos como la coronación de Napoleón Bonaparte o la beatificación de Juana de Arco.

 Su entrada es gratuita (no así a las Torres y a la cripta, lugares que nosotros no visitamos).

DÍA 4: “La vie est une fleur dont l´amour est le miel”

Ese día subimos a lo alto de la Torre Eiffel. Los mejores momentos para subir a la Torre Eiffel son por la mañana y por la noche ya que durante el día se forman interminables colas. Para ahorrarse esas colas una buena opción es comprar los tickets de forma anticipada en su web. Como he dicho al principio, en la página www.paris.es viene todo muy bien explicado con todo lujo de detalles.

Nosotros subimos en ascensor pero también se puede subir por las escaleras (1.665 peldaños). A pesar de ser agosto en lo alto de la torre hacía frío y aire por lo que aconsejo llevar una chaqueta.

Las vistas son espectaculares por lo que aunque el precio no es barato (14,50 € los adultos) sin duda merece la pena vivir la experiencia de ver la ciudad desde el símbolo de París. Mi hermano cumplió 20 años en la Torre Eiffel, ¿no está mal, no?

Dejando atrás esta visita decidimos visitar las Galerías Lafayette (Chaussée d´Antin Lafayette, líneas 7 y 9), monumento histórico gracias a su espectacular cúpula. Ni que decir tengo que me encantaron. Y una imagen vale más que mil palabras.

Tanto el interior como las vistas desde la azotea merecen la pena una visita aunque no se quiera comprar nada.

¡Atención! Los domingos permanecen cerradas.

Finalmente acabamos el día descansando en los Jardines de las Tullerías  (Tuileries, línea 1, Concorde, líneas 1, 8 y 12), entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia.

DÍA 5: Au revoir, belle Paris!

Adiós París, ¡pronto volveremos!